martes, 27 de noviembre de 2012

Jueves 22 de Noviembre de 2012



 
"Había una vez, en un hospital muy cercano, un grupo de chicas que iban a visitar cada jueves a los niños que allí había. Algunos estaban malitos, con pocas ganas de jugar, pero ellas siempre trataban de darles nuevas ideas para divertirse. "¿Quieres leer un libro? ¿Qué tal un comic?", decía Nuria. "¡Puedo enseñarte a hacer figuras!", decía Judith.


Aquel jueves, les acompañaron Lucía y Bea, que se sorprendieron al ver que ese día había bastantes niños en el aula. ¡Y todos con muchas ganas de jugar! Mateo era muy inquieto y muy curioso, todo lo quería tocar y conocer.
Pelayo les demostró que era un gran pintor de cajas. 
 
 



Ángela era más tímida, y lograron ver su sonrisa al tercer intento. Y mereció la pena. 

Fernando era el más juguetón y le encantaba lanzar la pelota. ¿Será futbolista algún día? 







El drama llegó cuando Valentina, la más benjamina, echó en falta a su mamá. ¡Vaya lágrimas! 
Lucía trató de hacerle reír, y a ratos lo lograba... Pero sólo su mamá logró consolarla de verdad.
 



Con Christian hicieron más cajas y hasta un juego muy divertido y original hecho sólo por él. Pero... ¡tshuu!... ¡es un secreto! 
Y aquel jueves las cuatro chicas se fueron prometiendo no desvelar nunca en qué consistía."






Muchas gracias, Bea, por describirnos este día con esta fabulosa historia. Nos vemos el próximo jueves en el aula del Hospital de Cabueñes de Gijón.

 

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